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VIAJE A VELA POR EL MAR ANDAMÁN (TAILANDIA) (4ª PARTE)

5º DÍA:

Por la mañana dejamos la Isla de la Iguana y navegamos hacia el Este con un viento muy suave y en unas pocas llegamos a la isla de Kradan, en donde fondeamos para pasar el día frente a una playa.

Al cabo de un rato vimos que venía un barco de pesca (muy diferentes a los que solemos ver por el Mediterráneo por cierto) y decidimos ir a hacer una visita y a ver si podíamos comprar un poco de pescado. Nos fuimos 4 con la barca auxiliar y al llegar nos invitaron a subir. La comunicación no fue fácil ya que no hablaban absolutamente nada de inglés y nuestro tailandes se limitaba a las palabras de cortesía que todo buen viajero tiene que aprender para mostrar respeto al país que visita. Aún así nos hicimos entender con señales y nos llenaron un saco entero de pescado y calamares. Al terminar les ofrecimos un billete para pagarles ya que había pescado para 20 personas. La gran sorpresa fue que no hubo manera que aceptaran el dinero y eso que insistimos... La verdad que alucinamos, son pescadores que se tiran semanas pescando en condiciones no demasiado confortables que digamos y deben ganar muy poco. Nos fuimos de allí agradeciéndoles enormemente y valorando muchas de las virtudes de esa gente.

Después fuimos a otra isla, en la cual nos esperaba con una increible sorpresa! Fondeamos junto al impresionante acantilado. Allí había una pequeña grieta que resultaba ser una cueva. Cruzamos esta con kayaks y a nado, y tras unos minutos atravesando la cueva con la sola luz que nos brindaban nuestros frontales descubrimos el que es sin duda uno de mis 3 lugares preferidos de todo el planeta: una playa rodeada de selváticos acantilados. Por muchas fotos que se hagan, no es para nada comparable a vivir este momento.