VIAJE EN VELEROS POR LAS ISLAS ESPÓRADAS
En Itacadventure vamos cada año descubriendo nuevos destinos.
Los viajes iniciales, eran aquellos en los que tras un vuelo directo, a pocos kilómetros ya teníamos el velero preparado para viajar.
Al ir conociendo nuevos destinos, nos va costando un poco más llegar allí donde nos espera el velero, ya que tenemos más horas de conexión en vehículo o bien, cogiendo un segundo avión.
El lado negativo es estas horitas de más o este dinerito de más que nos cuesta llegar allí pero el lado positivo lo suele superar con creces, ya que durante una semana navegaremos por lugares menos turísticos y masificados que aquellos en los que se llega de manera más directa.
Dicho esto, paso a comentar este maravilloso viaje que hicimos por este archipiélago:
Este viaje lo realizamos en junio del 2025, éramos 28 personas repartidas en 3 grandes veleros (más un cuarto velero medio piratilla que nos acompañaba de cerca).
¿Cómo llegar?: lo más lógico es volar a Atenas y luego ir por tierra a Volos (3h30). Otra opción es tomar un segundo vuelo a la isla de Skiathos (ya que aquí también tenemos veleros de alquiler disponibles).
1º DÍA: muchos de nosotros volamos desde el aeropuerto de Barcelona hasta Atenas.
Por cierto, me encantó ver desde la ventanilla las Islas Eoleas (donde hemos navegado más de una vez) y la majestuosa y siempre humeante Strómboli. En la foto cuesta de apreciar pero allí está.
2º DÍA: por la mañana pronto, teníamos un autocar esperando frente al Hotel para poner rumbo a Volos.
Llegados a Volos, nos dividimos para realizar las compras en el supermercado y comimos algo en un restaurante.
A media tarde lo estibamos todo y pusimos rumbo a la pequeña isla de Trikeri, ubicada a 13 millas al otro lado de la bahía de Volos. Aquí hay diversas opciones de fondeo pero nosotros optamos para ir a su pequeñísimo pueblo en donde hay un pequeño espigón en donde amarrarse (sobre todo ni no vas en temporada alta).
Sin duda, una buena elección, ya que es un rincón que merece la pena visitar. Además, aquí no hay vehículos rodando y se respira calma.
Esta isla guarda un pasado turbio. Durante los años turbulentos de la Guerra Civil en Grecia, Trikeri fue convertida en una prisión y campo de trabajo forzado.
Los primeros detenidos llegaron en 1946, acusados de crímenes políticos. Un año más tarde, el lugar pasó a ser utilizado principalmente para encarcelar a mujeres de ideología izquierdista, muchas de ellas con sus hijos pequeños. Lejos de ser un refugio sereno, el sitio se convirtió en un auténtico campo de concentración, marcado por abusos y torturas a manos de los guardias. En su punto máximo, albergó a unas 4.700 prisioneras, hasta su cierre en 1953.
3º DÍA: tras desayunar, dejamos la bahía de Volos y pusimos rumbo acompañados de mar plana y vientos suaves hasta la isla de Skiathos, aquí paramos en el islote de Tsougkrias, en donde fondeamos junto a una bonita cal apara comer y bañarnos.
Por la tarde ya saltamos a la vecina isla de Skopelos (que para bien o para mal se hizo famosa por la película que se rodó aquí de Mamma Mia). En esta isla fuimos al pequeño puerto de Neo klima, un lugar tranquilo junto a una larga playa.
Aquí fuimos a cenar en una terraza del restaurante en el mismo puerto y Merçé preparó un divertido juego para conocernos.
Comentar que uno de los veleros estaba capitaneado por nuestro colega griego Mr.Panos. Esto sin duda, nos ayudó de sobremanera con sus recomendaciones, nos facilitó todas las operaciones de amarres, reservas de restaurantes, etc. Aquí abajo podéis ver como me comunicaba con sus garabatos el rumbo a seguir y como amarraríamos:
Muchas gracias Panos, eres un crack!!!
4º DÍA: dejamos la mañana libre para que la gente pudiese visitar la pequeña ermita de Ioannis (famosa por la película de Mamma Mia), en donde pudieron ir en taxis y luego caminando por los escalones a pie.
Tras llegar a los barcos de nuevo, ya estábamos listos para zarpar e ir costeando por el sur de Skopelos hasta parar en una playa salvaje de la costa este.
Aquí comimos y pasamos el día antes de seguir rumbo a la deshabitada isla de Peristera, vecina de la isla de Alonnisos (que la dejamos para la vuelta). Esta isla forma parte del Parque Natural de Alonnisos: la mayor área protegida de todo Europa! Se creó en 1992 principalmente para proteger la foca monge.
Aquí fondeamos junto a una cala solitaria con ancla en proa y cabos a popa y nos fuimos abarloando un velero al lado del otro.
5º DÍA: nos esperaba por delante un gran día de navegación (con muy poco viento, eso sí, pero sobre una mar con un plato y un cielo completamente despejado) en el que costeamos por la mañana por la isla de Peristera para poner rumbo después a la isla de Kira Panagia, habitada oficialmente por un sólo monje, en un monasterio que pudimos ver desde el velero.
Esta isla tiene una gran bahía en su costa norte que nos puede recordar a la bahía de la isla de Cabrera, aunque la bahía de Panagia tiene una entrada realmente estrecha que fue usada por piratas durante siglos, entre ellos el famoso pirata "Barbaroja".
Así que, como piratillas que somos, pusimos proa a esta bahía y comimos aquí, aunque el único tesoro que encontramos fue el que nos ofreció la propia naturaleza.
Por la tarde, terminamos de rodear la pequeña isla hasta llegar al sur de la isla y fondear en otra bahía. De nuevo, fondeamos los tres veleros abarloados con ancla en proa y atados a tierra con largos cabos.
Esta noche preparamos un superconcurso entre los tres veleros para ver quien cocinaba la mejor tortilla de patatas. Por cierto, en la ruta tuvimos un intercambio de comida entre veleros:
Para ello, teníamos a bordo un jurado oficial quien dictó el veredicto y de premio; los ganadores y ganadoras se llevaron un descuento para un viaje en velero del 2026! Pero lo mejor fue compartir esta divertida tarde juntos.
6º DÍA: aquí abajo podéis ver en que rinconcito pasamos la tarde y noche anterior:
Tras dos días sin tocar la civilización, hoy nos tocaba un poco de "vidilla" de tierra, así que pusimos rumbo por la mañana a la isla de Alonissos. Tuvimos otro día de vientos suaves pero lo suficiente para poder navegar a vela con otro día fantástico bajo el Sol. Llegados a la isla, visitamos una cueva para luego saltar a la isla de Peristera (donde ya estuvimos) pero esta vez por su costa oeste.
Aquí fondeamos en una bahía en la que había un pecio semi-hundido.
Ya por la tarde, fuimos navegando juntos rumbo al puerto de Alonissos pero antes fondeamos para un último baño en una cala espectacular de aguas turquesas.
Luego amarramos en el puerto y nos fuimos al antiguo pueblo en la colina (antiguamente los pueblos no solían estar en las costas, sino a cierta altura para estar más protegidos de los ataques piratas).
En este precioso pueblo, fuimos a cenar en una maravillosa terraza que ofrecía unas vistas espectaculares del mar y en donde disfrutamos de un buen atardecer ("sunset" para los modernillos).
7º DÍA: Hoy pusimos rumbo a la pequeña isla deshabitada de Artemisio. Así que primero cruzamos la vecina isla de Skiathos, en donde paramos para fondear y comer.
Navegando, nuestra compañera Lina retrataba el día a día a bordo con su arte:
Llegados a la isla de Artemisio, fondeamos y mientras unos se fueron de excursión al faro, otros se fueron a ver la puesta de sol con el paddle surf en un día en donde la mar estaba como un plato.
8º DÍA: tras levantarnos en esta isla solitaria, el bañito de rigor y desayunar, realizamos la ya famosa "Regata de chinchorros de Itacadventure", en la que se prepara un recorrido y básicamente vale prácticamente todo. Tras unas risas y alguna que otra magulladura (nada grave, sobrevivimos!) pusimos rumbo a Volos, nuestro puerto de inicio.
Antes de llegar a la bahía de Volos, paramos en una cala para tomarnos un baño. De aquí saltamos a la pequeña isla de Trikeri, en donde paramos la primera noche y fondeamos en una cala para comer antes de poner rumbo a puerto.
Una vez llegados a Volos, fuimos a cenar en un restaurante del Paseo Marítimo. La verdad que es un placer comer en Grecia, donde vayas donde vayas, es difícil comer mal.
9º DÍA: hoy tocaba dejar el barco pronto pero todavía nos quedaban unas horitas antes de que nos recogiera el autocar, que nos llevaría al aeropuerto (la mayoría teníamos un vuelo esa misma tarde mientras que otros aprovecharon para visitar Atenas algún día más).
Sin duda, un viaje inolvidable, en donde nos acompañó el buen tiempo (faltó algo de viento, pero no se puede tener todo) y lo más importante: una compañía a bordo excepcional que hizo de este viaje una experiencia única!
Nos despedimos con este fabuloso vídeo que realizó Ramón; moltes gràcies:):



































































