domingo, 20 de enero de 2013

Marruecos en moto 2013: 1º y 2º día

EXPEDICIÓN EN MOTO A MARRUECOS NOVIEMBRE 13

En Itacadventure teníamos pensado preparar un viaje por Marruecos distinto a lo habitual; que fuera posible hacerlo tanto en moto de montaña como en 4x4. 

Las motos ya las teníamos, así que solamente era cuestión de elegir una fecha, preparar posibles rutas sobre la carta, preparar el equipaje y calzar las motos con un buen juego de neumáticos de tacos. Ah! y comprar los billetes del ferry, ya que hay un ferry directo de Barcelona a Tanger que tarda unas 26 horas y sale mucho más económico que cruzar España en moto.

Las motos eran: una BMW F800GS y una BMW R1200GS ADVENTURE y a sus mandos Mikel Mitxel y Roger Falgàs. 

Anotar que ambos hemos viajado muchas veces allí y ya conocíamos muchas de las ciudades y lugares por los que pasamos, por ese motivo nos centramos en la ruta y no visitamos muchos lugares que si se va por primera vez son de parada obligatoria.


1º Y 2º DÍA:

Salimos desde Barcelona a primera hora de la mañana con el ferry de la compañía "Grandi Navi Veloci", el cual salió con retraso (se ve que es lo habitual). Fue un viaje tranquilo ya que la mar estaba calmada y disfrutamos de un día soleado. El ferry no estaba mal aunque un poco decadente y era curioso ver que prácticamente todos los pasajeros fueran de Marruecos.






Nos levantamos al día siguiente y ya estábamos cruzando el Estrecho de Gibraltar con un tiempo nublado y lluvioso. Dejamos el ferry hacia las 11h (en Marruecos era una hora menos) y cruzamos la frontera. Pudimos hacer la mayor parte de trámites en el barco así que no demoramos mucho tiempo con el papeleo fronterizo. Además, más tarde nos enteramos de que la mayoría de funcionarios que trabajaban en las aduanas los despidieron o pusieron en la cárcel por "trapicheos". El resultado es que ahora son hasta simpáticos y mucho más eficientes que antes.




La idea era bajar hacia el Sur y dormir en Fez o por allí cerca pero con la lluvia que caía decidimos ir sobre la marcha. Nos pusimos los trajes de lluvia y empezamos a hacer millas. Conducimos por una larga y revirada carretera de curvas con dirección al pintoresco pueblo de Chefchaouen pero no paramos ya que ya lo conocíamos (para los que vais por primera vez es un sitio de parada obligatoria).

Pasado Chefchaouen seguía lloviendo y seguimos por la carretera dirección a Fez. Paramos a comer en un pequeño restaurante donde comimos un magnífico asado de carne de cordero que nos hizo entrar en calor.


Una vez en ruta de nuevo nos fuimos directos hacia la ciudad imperial de Fez. Por el camino, a ratos llovía pero hubo un momento en que empezó a llover fuerte de verdad y parecía que íbamos en barca en vez de en moto. Por suerte, conseguimos llegar a Fez (ciudad imprescindible en una ruta por Marruecos) no excesivamente tarde (hacia las 20h) y allí nos esperaba un amigo que nos recomendó un Hotel sencillo en la ciudad. Después nos fuimos a cenar y a dormir pronto ya que al día siguiente nos esperaba un día largo. 

Como ya conocíamos Fez no lo visitamos pero si no se conoce vale la pena pasar uno o dos días aquí para visitar su magnífica medina.

La idea para el 3º día era cruzar el Atlas y dirigirnos hacia el desierto del Sahara. El parte  meteorológico decía que llovería durante toda la mañana siguiente, así que otra vez decidimos no hacer demasiados planes e ir sobre la marcha.




sábado, 19 de enero de 2013

Marruecos en moto 2013: 3º día

MARRUECOS OFF-ROAD 2013
3º DÍA:

Nos despertamos bien pronto. En Fez hay un encargado por calle que vigila los vehículos y a quien se le paga la voluntad. Lo gracioso es que estaba dormido en una silla y lo tuvimos que levantar para poder pagarle.


Una vez dejamos la ciudad, empezamos a subir las montañas del Atlas y cada vez la carretera se volvía más sinuosa. En cuanto a la meteo, pues llovía y el termómetro se acercaba a los 0º, así que al cabo de un rato paramos a repostar motos y estómagos. Una vez ya con energías cargadas, seguimos una carretera muy revirada donde había un poco de nieve a los lados pero el asfalto por suerte no estaba helado.



Pasado el primer puerto de montaña, la lluvia remitió y cruzamos una extensa llanura disfrutando por fin del Sol. Durante la ruta pasamos por algunos pueblos abandonados mientras que al Sur íbamos viendo las majestuosas montañas que nos estaban vigilando y que nos disponíamos a travesar.



Así que pasamos otro puerto de montaña dirección al pueblo de Rich y luego nos desviamos al Este por una pista, aunque antes de emprender esta, llenamos depósitos y compramos comida. En Marruecos, a parte de agua, siempre has de tener una buena reserva de combustible. Para ello mi moto está equipada de serie con un tanque de 34 litros y la F800 GS lleva un tanque de unos 18 litros más un depósito suplementario de 5 litros que llevaba en la "popa", así que esto nos aseguraba una autonomía de más de 500 km. Además de todo esto, siempre se ha de ir con un "tubito" de goma por si se ha de traspasar gasolina de un tanque a otro.

Hacia el mediodía iniciamos la pista y a los pocos km cruzamos un poblado. La gente aquí, como es habitual en este país (y todavía más del Atlas hacia el Sur) muy agradable y encantados de ver a motos pasando por allí. Aquí (y en todas partes) es vital ser respetuoso, aminorar la marcha en los poblados, saludar a la gente y unas pocas palabras de su idioma junto a un saludo a lo marroquí demuestran respeto por su cultura y suele despertar las sonrisas de la gente.






La pista transcurría por un valle y al cabo de una hora paramos para comer algo al borde del camino. Luego, seguimos la ruta y cruzamos otro poblado para después cruzar el Oued (río seco) de la foto de abajo. Al poco tiempo nos desviamos hacia el Sur y empezamos a cruzar una cordillera montañosa por unas pistas solitarias y realmente bonitas.



Había llovido por la mañana y el terrenos se encontraba perfecto para rodar en moto. Durante el camino solamente nos cruzamos con tres personas que caminaban junto a un cargado burro . Cada cierto tiempo parábamos para descansar un poco y para que el compañero Mikel pudiera hacer su cigarrito.








La pista era realmente larga y por el camino nos encontramos con algo curioso; vimos una cueva a lo lejos y gente que parecía vivir dentro. Son tantas las cosas interesantes que se ven viajando y que no fotografías en el momento, aunque luego se quedan retenidas en la memoria.

Después de pasar el último paso de montaña empezamos a bajar la pista. Ya se nos había hecho muy tarde y decidimos dormir en algún lugar más cercano en vez de acampar en un Erg (dunas) como habíamos previsto.



Finalmente llegamos a un río, paramos a hacer unas fotos y al cabo de un rato ya estábamos en la carretera. Como el suelo estaba mojado tras la lluvia decidimos no acampar y buscar algún Hotelito por la zona. 






Fuimos hasta el pueblo de Boudnib, donde en la principal avenida encontramos un modesto Hotel. El garaje para las motos era de lo más auténtico como se puede apreciar en la foto de abajo. La habitación sencilla pero todo un lujo para dos moteros tras una buena jornada de moto. Por cierto, "comme d'habitude" en estas latitudes, el servicio fue genial.



Después de un paseo por el pueblo y una buena cena nos fuimos a dormir, ya que al día siguiente nos esperaba una etapa que aunque no era demasiado larga, queríamos ir con tiempo para pasar a visitar a algunos amigos de la zona. 

Siguiente objetivo: las dunas de Erg Chebbi.















viernes, 18 de enero de 2013

Marruecos en moto 2013: 4º día

4º DÍA:

Después de un buen desayuno sacamos las motos del lujoso garaje y solo salir del pueblo cogimos una pista que iba hacia el Sur. Anotar aquí que llevábamos GPS aunque no teníamos los "tracks" anotados, así que navegábamos a ojo. Yo personalmente lo prefiero, de la otra manera vas siguiendo siempre el caminito que te ordena el GPS y no tiene mucha gracia. A veces es verdad que te metes en algunos pequeños lios y otras te obliga a dar media vuelta o a ir preguntando con quien te cruzas pero personalmente prefiero esto a ir siguiendo un track.  Durante el primer tramo cruzamos algún río con poca agua y excepto algún tramo con un poco de arena no había mayor dificultad.




Siguiendo lo que nos parecía la pista principal poco a poco veíamos que la pista se iba complicando cada vez más y al final terminamos en una planicie en la que la única manera de continuar era con una fuerte bajada. Cuando estábamos pensando en como lo haríamos para bajar vinieron un grupo de franceses con dos 4x4 preparados y cuando vieron la bajada dieron media vuelta. La verdad es que nos lo planteamos también pero al final pudo más nuestro orgullo motero y decidimos bajar por allí con la moto al lado y entre los dos pudimos bajar la moto una a una.







No fue fácil ya que la piedra suelta sobre el suelo duro patinaba muchísimo y se calló una de las motos. 


Finalmente conseguimos bajar y luego la pista que seguía era realmente divertida, subidas y bajadas como si fuera una montaña rusa. Más tarde, el terreno ya se volvió más llano y mirando a lo lejos solamente se veía desierto y más desierto pero si se miraba al Norte todavía se podía distinguir la nieve del Atlas, bonito contraste.

Una de las cosas que sorprende siempre en Marruecos es encontrarse gente en medio de la nada, como este padre con su hija que me explicaron que vivían en una "haima" allí cerca. Suelen llevar encima algún fósil o cualquier otra cosa para vender por si se encuentran a algún turista por allí perdido como nosotros.


Finalmente llegamos al pueblo de Erfoud donde fuimos a visitar a nuestro amigo Aziz, quien trabaja como mecánico en el Hotel Xaluca (el mejor Hotel y con más encanto de la zona, os lo recomiendo) y nos invitó a tomar un te y unas pastas  marroquíes y nos reímos un rato contando anécdotas. 


Después del encuentro ya estábamos realmente cerca del mar de dunas de Erg Chebbi, así que fuimos a buscar una de las múltiples pistas que llegan allí y nos dirigimos al lago (que muchas veces está seco pero esta vez estaba lleno de agua).








De allí fuimos a Adrouine, un pequeño pueblo junto a las dunas en donde nos encontramos con Eduard y Simona de RIDE TO ROOTS. Eduard cruzó solo en el 2012 todo África de Norte a Sur por el lado Oeste con una BMW 1200R Adventure como la mia. Os aconsejo que visitéis su web www.ridetoroots.com o que lo sigáis en el Facebook. Después de sus vivencias se vendió todo menos la moto y se bajó con su moto y su pareja a vivir a Marruecos. Ha montado un lugar de encuentro para viajeros allí, así que cualquiera que baje le recomiendo que se ponga en contacto con él.

Antes de que se hiciera de noche plantamos la tienda en las dunas y nos preparamos algo de comida ya que casi no habíamos comido nada durante el día. Aunque sea de noche eran solo las 19:00 h.




Luego nos fuimos al albergue que estaba cerca de la tienda donde quedamos con Eduard para pasar un buen rato y cenar juntos. El albergue lo lleva un mallorquín y se llama La Baraka. Si bajáis por allí no dudéis en dormir allí, un lugar tranquilo y donde os harán sentir como en casa.



jueves, 17 de enero de 2013

Marruecos en moto 2013: 5º día

5º DÍA:



Hoy tocaba etapa de Erg Chebbi hasta como mínimo Zagora. Una etapa de puro desierto compartiendo muchas pistas que usaban antes en el Rally París-Dakar.



Después de recoger la tienda de campaña de las dunas nos dirigimos al Sur por asfalto hasta el pueblo de Taouz, donde se termina la carretera y a partir de allí solo encuentras desierto y más desierto. Teníamos que ir por la ruta principal hacia el Oeste y no estábamos muy seguros desde que punto salía exactamente, así que preguntamos a un local que iba en un "Vespino". Nos dijo que por esa ruta había muchísima arena y que con mi moto tan pesada nos quedaríamos enganchados seguro y que no podríamos pasar. La otra opción era una ruta más fácil pero decía que si íbamos solos seguro que nos perdíamos; obviamente todo seguido se ofreció para acompañarnos con su "Vespino" durante 40 km por un puñado de dirhams. Esta última opción no nos hacía mucha gracia, no tanto ya por los dirhams, sino por la idea de que nos tenga que llevar un guía con un "Vespino" por en medio del desierto. Así que le dijimos que no se preocupara, que ya nos espabilaríamos. Salimos del pueblo y encontramos una pista que tenía buena pinta y más tarde nos encontramos en medio de la nada  al personaje que veis en la foto arreglando un problemilla con su moto. Le dejamos unos litros de oro negro, le dimos un cigarrito y el nos obsequió con unas fantásticas mandarinas.




Nos hizo unas señas para indicarnos por donde teníamos que ir, así que seguimos rumbo Oeste siguiendo un valle. En la foto de abajo nos encontramos con la primera duda.


Como en el Sur había un Oued enorme con arena blanda tomamos la opción de la derecha, luego el camino se fue complicando cada vez más y tuvimos que hacer mucho fuera pista entre piedras para intentar encontrar una pista en condiciones. Fueron kilómetros y kilómetros y por suerte finalmente encontramos un camino que no estaba mal, allí nos cruzamos con una caravana de camellos. Cuando vimos al chico con los camellos caminando por allí realmente nos sorprendió (hay que decir que él también se sorprendió mucho de vernos por allí) pero si allí no había nada de nada! este chico debe andar días con los camellos caminando solo. Se guían todos sin mapa alguno y lo aprenden de sus padres hasta que con poco más de 12 años ya pueden caminar días y días con la caravana de camellos. Lo saludamos, lástima que no pudimos comunicarnos con él.



Estábamos rodando más al Norte de lo que nos gustaría ya que seguíamos el valle y no encontrábamos ninguna posibilidad de girar hacia el Oeste. Finalmente el valle terminó y pudimos ir hacia poniente por donde podéis ver más abajo. Un lugar inhóspito donde tuvimos que cruzar pequeñas dunas.


Una vez cruzamos las dunas y después de haber pasado horas sin tener muy claro si en algún momento la ruta se volvería impracticable y tuviésemos que volver marcha atrás nos encontramos con una interminable llanura con una pista bien marcada en el terreno.


Mikel, que siempre ha sido un poco payasete lo celebraba de esta manera.


 

Después de rodar horas a un ritmo muy lento y sin tener claro de ir en el buen camino, encontrarte con una pista así realmente se agradece. Aunque no conviene salirse de la pista principal para no quedarse encallado como hice yo...





Al cabo de un rato encontramos el pequeño pueblo de Tafraoute, un lugar idílico (al menos para algunos) rodeado de pequeñas dunas y realmente aislado.


A partir de aquí la ruta ya estaba más marcada y no tenía pérdida, alternamos lagos secos con pistas de suelo duro, arena blanda y cruzamos algún que otro pueblo antes de llegar a Zagora. Realmente una ruta inolvidable. 





Cerca de Zagora fue cayendo el Sol y decidimos dormir un poco más adelante ya que tanto Mikel como yo ya habíamos visitado varias veces esta pequeña ciudad, así que cogimos la carretera hasta Tazroute en donde encontramos un camping que no estaba nada mal y nos trataron como a Reyes. Además encontramos a un grupo de moteros franceses que también estaban viajando por el desierto.






Al día siguiente nos esperaba un día largo, aunque aquí todavía no nos imaginábamos que sería tan duro...